Máster Calsi

03 febrero 2008

Nº 12. ¿Quién es quien?

Todo aquel incauto que haya llegado hasta aquí, pensará que yo soy Enrique. Los que me conocen no lo dudarán, los que no, gracias al perfil de usuario, lo creerán más o menos.

Pero, ¿y si no fuera Enrique?, podría ser Ramón, o incluso Laura, ¿estarían seguros?

Podría ser un mero invitado a este blog que no hubiese usado el necesario protocolo de presentación, o un cracker desocupado, pero ¿quién?

Lo más atrevido para eliminar incertidumbre sería el método que utiliza, entre otros, technorati, cuando una persona desea reclamar la autoría de un blog.

Al introducir unos datos de contacto, el sistema te proporciona un mensaje que debes insertar en el blog. De esta forma el sistema sabe –y ni siquiera es seguro- que la persona que reclama el blog es la misma que tiene acceso al mismo, pero nada más. Nada impide llamarme de otra forma.

Comprobando los datos del dueño de una cuenta de correo llegaríamos a la misma conclusión. Se podría conocer quién es el dueño de una dirección de correo, pero podría haber mentido en su nombre. Nada de eso asegura la identificación.

La identificación de las personas no es algo privativo de la era de la Web, ¿quién podría afirmar que el autor de un artículo en papel es quien dice ser?

Lo único que podría identificarme (dejando de lado la usurpación de este sitio por parte de informáticos ociosos) sería la firma digital.

La firma digital se instala en el ordenador y con ella puedes firmar correos electrónicos, realizar diversas transacciones con la Administración y firmar documentos.

En el Master Calsi, de hecho, hemos firmado documentos en Word y PDF mediante la firma digital.

Puesto que los profesores nos piden que, además de explayarnos mentalmente, usemos la bitácora para comunicar dudas, preguntas, etc. Yo tengo una:

¿Se puede usar la firma digital para firmar un blog, o una entrada concreta?

Yo, de momento, no lo sé. Creo que esto es un tema interesante de debate. Puede que en este blog no sea importante quién sea pero es algo que la 'Science 2.0' y 'Open access 2.0' sí debería, por ser tecnológicamente posible, resolver.